Otra de las cosas a las que he renunciado defender cumplidos los cuarenta. Me explico: hasta ahora, había ido dándome margen para defender ciertas cosas con la idea de que tenía edad por delante para ver ganada la guerra correspondiente. Sed indulgentes. Pensad que cuando tenía veinte años me gobernaba gente de cuarenta. Así que no veo tan raro que pensase que mi generación, cuando le tocase, haría las cosas de manera distinta. De manera mejor. Pues bien, he llegado a los cuarenta y, en muchos casos, decide ya gente de mi edad. Y los resultados están ahí para que los podamos ver todos. Así que con menos años por delante que por detrás es momento de aceptar la realidad. Somos iguales o peores que los que nos han precedido ¿de verdad pensáis que alguien seguirá defendiéndoos?